Es una infección de los pies producida por hongos llamados dermatofitos.
Los dermatofitos son hongos saprofitos cuya única alimentación es la queratina de la epidermis, muy abundante en los pies; por eso crecen en extensión buscando alimento.
En los pies coexisten una serie de hongos y bacterias que conforman la flora habitual que normalmente no producen sintomatología sino se añaden factores predisponentes.
Para disfrutar plenamente del ejercicio, debemos preocuparnos del cuidado e higiene de nuestros pies y calzado deportivo, ya que son las principales herramientas y de esta manera, para evitar que aparezcan los desagradables hongos.
También conocida como Tiña pedís, este hongo comienza a crecer en los espacios interdigitales (entre medio de los dedos) tercer, cuarto y quinto dedo del pie y se comienza a extender hacia la planta, produciendo enrojecimiento de la piel, grietas, ampollas y escamas. Puede presentarse en conjunto con otras infecciones micóticas, tales como hongos de las uñas. Estos hongos proliferan en zonas cálidas, húmedas y de preferencia oscuros.
El pie de atleta es contagioso y se puede transmitir por contacto directo o por contacto con artículos tales como zapatos, calcetines, toallas y superficies de piscinas o duchas. Es por ello que se deben tomar algunas medidas precautorias para mantener unos pies saludables.
Existe una gran variedad de medicamentos para tratar el pie de atleta y los hongos de las uñas, pero no se automedique, visite a un dermatólogo; generalmente los hongos se pueden tratar con productos de aplicación tópica como pomadas, cremas, geles, polvos o aerosoles y en los casos más complicados puede ser necesaria la prescripción de medicamentos en tabletas o suspensiones como tratamiento generalizado.
Recuerde que es importante no suspender el tratamiento al notar una mejoría en sus pies y uñas, pues esto aumenta el riesgo de que el hongo se desarrolle nuevamente en un corto plazo.
Norelys Camacho