A primera vista la combinación entre el yoga y correr no parece lógica, sin embargo, resulta una gran ventaja para maratonistas experimentados y quienes no lo son tanto, porque colabora con la elongación muscular evitando las lesiones en las articulaciones.
Con frecuencia adultos jóvenes dicen que tienen las rodillas lesionadas por ser corredores, por lo que las lesiones y el dolor en las rodillas o de otras articulaciones no son ocasionadas por simplemente correr, sino por un desbalance en el cuerpo que no es detectado a tiempo.
Por lo general el trabajo físico de los corredores implica golpes, contracción y acortamiento de los músculos, pero sin el trabajo muscular opuesto (alargamiento, estiramiento y restauración), los desbalances que se presentan deben ser compensados por el cuerpo trabajando en torno al propio desbalance.
El yoga colabora a que los músculos sean suaves, maleables, flexibles y elásticos, por lo que es ideal para los maratonistas porque compensa el trabajo realizado por la estructura ósea y muscular, incrementando en el rango de movimiento y flexibilidad y proporcionando un entrenamiento respiratorio y mental.
El cuerpo se va desplazando a través de las diversas posturas de yoga por lo que se aprende a coordinar la respiración con el movimiento, a respetar los límites del cuerpo y a mantener la mente enfocada sin caer en distracciones.
Como la respiración y la mente están integradas y comprometidas en cada acción corporal el deportista logra entender que el cuerpo tiene su propia sabiduría y aprende a escucharlo para moverse de la forma indicada detectando cualquier desbalance físico que pudiera llevarlo a una lesión.
Carla M. Gutiérrez